La Comisión Europea ha presentado hoy, 23 de marzo, su «Comunicación para salvaguardar la seguridad alimentaria y reforzar la resiliencia de los sistemas alimentarios», que incluye un paquete de medidas a corto y medio plazo para mejorar la seguridad alimentaria global y apoyar a los agricultores y a los consumidores de la UE, que afrontan una subida de los precios de los alimentos y de los costes de producción, como la energía y los fertilizantes.

 

Esta tendencia ya se venía registrando desde hace meses pero se ha visto agravada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Según Bruselas, la situación actual pone de manifiesto que la agricultura y la cadena alimentaria de la UE deben ser más resilientes y sostenibles, en línea con los objetivos de la estrategia «de la granja a la mesa».

 

LA UE ES IMPORTADORA NETA DE PRODUCTOS ESPECÍFICOS QUE PUEDEN SER DIFÍCILES DE SUSTITUIR CON RAPIDEZ

 

En su Comunicación, la Comisión señala que en la UE no hay riesgo de falta de disponibilidad de alimentos porque es autosuficiente en muchos productos agrarios. Sin embargo, es importadora neta de productos específicos que pueden ser difíciles de sustituir con rapidez, por ejemplo, los alimentos proteínicos para el ganado. Estas debilidades, junto con unos costes de producción elevados, pueden dar lugar a nuevas subidas del precio de los alimentos.

 

Para ayudar al sector agrario en esta coyuntura, la Comisión concreta en su Comunicación una serie de medidas que ya venía anunciando:

 

  • Un paquete de apoyo de 500 millones de euros, que incluirá el uso de la reserva de crisis, para apoyar a los productores más afectados. Los Estados miembros podrán dar apoyo económico a los agricultores para contribuir a la seguridad alimentaria global o atender alteraciones del mercado debido a la subida de costes o a restricciones comerciales. Debería darse prioridad a las prácticas sostenibles. De esa partida, 64,5 millones de euros se han asignado a España.
  • Para afrontar posibles problemas de liquidez en el otoño, la Comisión permitirá a los Estados miembros abonar un porcentaje más alto en concepto de anticipo de las ayudas directas y de desarrollo rural de la PAC de este año.
  • Para aumentar la producción permitirá también a los Estados miembros derogar ciertas obligaciones del reverdecimiento, en particular podrán autorizar en 2022 cualquier cultivo en los barbechos.
  • Medidas temporales para flexibilizar las exigencias aplicables a las importaciones de alimentos para el ganado.
  • Medidas de mercado a favor del sector de carne de porcino.

 

La Comisión hará un seguimiento estrecho de la situación a través de las herramientas ya disponibles (como los observatorios de mercado) y propone que los Estados miembros comuniquen mensualmente datos de stocks privados de materias primas esenciales para la alimentación humana y animal para disponer de una visión precisa de las disponibilidades. También se seguirá de cerca la evolución del precio de los fertilizantes.

 

SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

 

En su Comunicación, la Comisión se compromete a adoptar todas las medidas necesarias para garantizar que la UE, como exportador neto de alimentos y como gran productor, contribuya a la seguridad alimentaria mundial, particularmente en Ucrania, el norte de África y Oriente Medio, regiones muy dependientes de las importaciones de cereales, asi como en Asia y el África subsahariana.

 

En lo que respecta a Ucrania, la Comisión está ayudando al país a implementar una estrategia de seguridad alimentaria a corto y medio plazo para garantizar que los medios de producción llegan a las explotaciones y que se mantienen las infraestructuras de transporte y almacenamiento para que Ucrania pueda alimentar a sus ciudadanos. Con ese fin se ha puesto en marcha un plan de emergencia de 330 millones de euros.

 

AYUDAS DE ESTADO

 

Por otro lado, la Comisión adoptó el 22 de marzo un nuevo marco temporal de crisis para las ayudas de Estado que permitirá conceder ayudas a los agricultores afectados por la subida de los costes de producción y a las empresas con un consumo de energía elevado.

 

En lo que respecta al sector agrario, los Estados miembros podrán conceder subvenciones de hasta 35.000 euros y apoyo a la liquidez en forma de garantías estatales (para que los bancos concedan préstamos a las empresas afectadas por la crisis) y préstamos bonificados.

 

También podrá haber compensaciones parciales para las empresas que consumen mucha energía. En este caso la ayuda global por beneficiario no podrá superar el 30% de los costes subvencionables.

 

Este marco temporal estará vigente hasta el 31 de diciembre de este año.

Fuente: Agropopular