Desde Asaja Soria advierten de que el reparto de la producción por zonas es desigual y de que sin unos precios justos tampoco habrá beneficios

La provincia de Soria logra el tercer mejor rendimiento de cereal de los últimos 30 años con 782.303 toneladas, según los datos presentados por Carmelo Gómez, presidente de Asaja Soria. No obstante, el rendimiento medio de toneladas por hectárea ha sido de 3,78, por las 2,95 del año pasado. El rendimiento medio final ha sido de 3,66, ya que también hay que descontar las pérdidas provocadas por la siniestralidad y que los agricultores sorianos han remitido a las aseguradoras.

Carmelo Gómez reconoce que las cifras medias son “buenas”, aunque puntualiza que “ha habido zonas con problemas” tanto por hongos y exceso de agua como por otros factores. En este aspecto, la zona más afectada ha sido Tierras Altas/El Valle con un 26% o EL Burgo de Osma, con el 20%. La pérdida media de la provincia ha sido de un 10%.

La producción de trigo ha sido de 332.261 toneladas y la de cebada de 413.236, con un rendimiento ligeramente superior en este último cereal. También se han cosechado 42.038 toneladas de centeno, 17.852 toneladas de Triticale y 4.572 toneladas de avena, como otros cultivos de secano.

Gómez ha lamentado que a pesar de que las cifras generales sean buenas, hay una gran preocupación entre los agricultores por los precios que pueda adquirir la cosecha en un mercado controlado por “grandes operadores de cereal” y que establecen rendimientos similares “a los de hace 40 años”, lo que impide que el campo sea rentable y continúe el empleo con una baja tasa de reposición de los más jóvenes, en un futuro poco halagüeño. “Estamos en una situación de crisis profunda”, valora Gómez, que apunta a la necesidad de recuperar la rentabilidad de la agricultura de secano en una provincia con más de 210.000 hectáreas de secano frente a 7.000 hectáreas de regadio. “Habrá que esperar a los precios”, destaca, para poder valorar la temporada.

Otro de los problemas de los agricultores sorianos está en la eliminación de los fitosanitarios. “En Navarra se permiten las quemas controladas de rastrojos”, merced a los estudios realizados por uno de los institutos navarros especializados en agricultura. Desde Asaja defienden que se trata de una solución “económica” y que tiene un bajo impacto “medioambiental” ya que no se aportan productos químicos al campo, por eso proponen la misma solución a la Junta de Castilla y León, que también cuenta con el Itacyl para investigar al respecto.

Ahora el sector se centra en la cosecha del girasol, con 37.276 hectáreas plantadas en la provincia de Soria y que “tiene buena pinta”, aunque “quedan un par de meses” y sufre la amenaza de la fauna silvestre y empieza a necesitar precipitaciones en las próximas fechas.

Fuente: Desdesoria