«Me pones macarrones, ensaladilla, dorada y escalopines,Me sabe mal dar la primicia de que Rusia ha vuelto a cerrar el corredor que permite la salida de cereal hacia el exterior y hace temblar la economía mundial”, declaró José Luis Esteban, presidente de la Lonja de Cereales de Barcelona y del Consorcio de Bolsas Europeas durante su intervención en la “XX Jornada de la ternera”, organizada por Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Catalunya (JARC) el pasado jueves en Girona. «Da la sensación de que Rusia está minando todas las salidas a los puertos que permiten cargar cereal con grandes barcos Panamax», matizó.

  

Los barcos Panamax permiten cargar en un solo barco unas 70.000 toneladas de cereal. Si Rusia cierra el corredor que permite la llegada de estos grandes barcos a través del Bósforo, en Turquía, hacia Europa, esto puede obligar a transportar el cereal con barcos más pequeños, de una capacidad de entre 7.000 y 10.000 toneladas como ya ocurrió hace unos meses. “Esto ya sabemos que no está operativo, porque encarece mucho el transporte y el precio del producto final”, declaró.

  

Según José Luis Esteban, el primer día del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, el 24 de febrero de 2022, el precio del maíz pasó de 240 a 400 euros. “Hoy, gracias a la producción que ha podido mantener Ucrania, y el transporte a través del corredor, estamos a mejores precios respecto al inicio de la guerra, porque el precio del maíz es de 225 y el de trigo de 230 ”. Sin embargo, si la puerta de salida de cereales ucarinoses vuelve a cerrarse esto puede tener una afectación directa sobre la economía europea y mundial.

  

Para José Luis Esteban, la guerra entre Israel y Palestina añade incertidumbre a la situación. “Es francamente preocupante, porque no se trata sólo de un conflicto entre Israel y Hamás; también están involucrados Siria y Líbano, y esperamos que no llegue a Arabia Saudita o Egipto. De alguna manera todo el core business del petróleo en el mundo sale de ahí”. En este sentido, ha alertado de que podemos tener una crisis energética, aunque confía en que las gestiones políticas diplomáticas internacionales puedan evitarlo.

  

Por otra parte, el presidente nacional de JARC, Juan Carlos Massot, en su parlamento de clausura de la jornada afirmó que “los productos del sector agrario y ganadero están condicionados por el precio del cereal y, desde hace dos años, con el estallido del conflicto en Ucrania, estamos viviendo una situación muy difícil. Un posible nuevo encarecimiento de precios de los cereales podría suponer una nueva subida de precios tanto en los productos de alimentación humana como de alimentación del ganado”.

  

Ante esta situación, Joan Carles Massot reclamó a la Generalitat de Catalunya un mayor apoyo para los sectores ganaderos, sobre todo por la grave situación que están viviendo debido al encarecimiento de la alimentación animal.

  

Sin embargo, recordó que JARC ha reclamado al Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural que no retrase más el pago del anticipo de la Política Agraria Común (PAC) correspondiente a 2023, ya que si no se empieza a pagar hasta principios de diciembre este hecho provocará en el sector la pérdida de 1,5 millones de euros en concepto de intereses.

  

La «XX Jornada de la ternera» contó también con las intervenciones de Josep M. Arnall, responsable de vacuno de carne de JARC en Girona; José Ramón Godoy, director de Internacionalización de Provacuno; Jordi Vidal, secretario técnico de JARC; Quim Xifra, jefe de Servicio de Coordinación y Gestión territorial del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad de Cataluña; y Quim Suñer, presidente de JARC en Girona.

Fuente: agrodigital