Tras la reunión celebrada este lunes 11, ASAJA prevé que este año la cosecha de cereales de invierno esté, en torno a 17 millones de toneladas. Esto supone casi el doble de la campaña del año anterior en la que se obtuvieron 9,9 millones de toneladas.

 

Este aumento tan significativo se debe principalmente a la mala campaña que se registró en el año anterior motivada por la sequía en comparación con la actual que se ha incrementado por las lluvias de los últimos meses.

 

A pesar del gran cambio respecto al año pasado, cabe destacar que esas 17 millones de toneladas están dentro de los volúmenes considerados normales.

 

Esto se debe a que la sequía del año pasado hizo que la sementera fuese “regular” a finales del año pasado, por lo que, a pesar de las abundantes lluvias de este año, las plantaciones “traían ya esa merma”.

 

Los agricultores verán aumentados los ingresos, aunque no hay que olvidar que también lo harán los gastos

 

Según ASAJA, en esta cosecha los ingresos de los agricultores deberían aumentar gracias a esta cosecha de cereales de invierno.  Aunque resalta que también lo han hecho sus gastos porque la cuantiosa lluvia “limpió el abonado” por lo que ha hecho falta volver a tratar el campo con fungicidas y herbicidas, con un “coste extra” al agricultor.

 

Además, las precipitaciones han propiciado problemas, como una mayor proliferación de enfermedades -como la roya-, a las que se suma “la epidemia” de conejos en “muchas provincias” que se alimentan de estos cereales.

 

En general, la cosecha de cereales de invierno se ha retrasado entre tres y seis semanas, según las zonas, lo que hace que las previsiones sean más aventuradas que en otras campañas, ha apuntado la organización.

ASAJA ha indicado que en trigo blando se espera una producción de 5,5 millones de toneladas; en trigo duro, 1,25 millones; en cebada, 8,5 millones, y en otros cereales (avena, centeno y triticale), 1,75 millones de toneladas.